VidadeObras

Procesos de creación: Entrevista para ‘Mujeres Artistas Incandescentes’ (II)

Lo femenino, lo ritual, lo comunitario, el abrazo, los cuidados. La entrevista que me hizo Mairea Seguí Buenaventura y su equipo-akelarre para el documental ‘Mujeres Artistas Incandescentes’ (MAI) me llegó muy profundo, haciéndome revisar mis entrañas para encontrar algunos ejes de la esencia de la creación.


Teaser del documental ‘Mujeres Artistas Incandescentes’, dirigido por Mairea Seguí Buenaventura

(continuación de la entrevista de VidadeObras de abril 2023)

MS: Aprovechando que estabas hablando de la escucha, ¿qué importancia le das tú en tu obra, ya no sólo musicalmente sino en el proceso, e incluso en el momento creativo, a los silencios?

SM: A la hora de crear necesito estar en silencio. En silencio externo para que no haya interferencias. Y luego, en lo que es la obra en sí, mi opinión tiene influencia de nuevo de los y las compositoras estadounidenses y en especial de John Cage en este caso.

Él se adentró en 1951 en una cámara anecoica para darse cuenta de que el silencio no existe o al menos no podemos percibirlo. Se dio cuenta de que el silencio está lleno de cosas, por ejemplo estos perros que están sonando ahora.

El silencio es un concepto, pero no es una realidad. Estar en silencio. Por ejemplo, cuando al público se le pide que esté en silencio mientras estamos haciendo algo con el coro en el escenario o en la sala, ese estar en silencio o guardar silencio es más una actitud que una realidad.

Sí, es muy importante estar en silencio. Estar en silencio a modo de estar en escucha, es lo mismo que estar en atención. Está muy unida una cosa con otra.

Es muy importante ponerse en silencio, permitirte estar en silencio. Silenciar la chorrilera constante de ideas, decirles: “Chicas, dejadme estar en silencio, no estéis molestando por ahí”. No sé si a alguna de vosotras os gusta meditar, pero ésa sería la actitud para hacerlo. Una actitud, un concepto.

MS: Y entonces, por contraposición, tenemos el sonido; y la onomatopeya, la palabra que no dice nada pero dice. El silencio forma un concepto, y eso es lo que veo en las cosas que haces. ¿Quizá ese mensaje es una reivindicación?, ¿es un grito silenciado?, ¿es una manera de comunicar cosas?, ¿es un acto político?

SM: ¿La onomatopeya, dices, soltar el sonido así?

MS: Sí, los sonidos. El sonido de la onomatopeya, el silencio, el ritual, esa concentración que tenéis en el coro, por ejemplo. Cómo se va formando tu propia música. Incluso el proyecto de las consonantes, que es muy interesante: hacer una pieza sólo con consonantes.

SM: Esta pregunta tiene bastantes respuestas. Depende de qué obra hablemos, pues cada obra es una propuesta totalmente distinta. Cada obra se abarca de distintas maneras. En el sentido en que estábamos definiendo el silencio, ¿cuál sería la contraposición?

El silencio es una parte de la comunicación pero, ¿cuál sería la contraria? Sería la ‘no escucha’, sería el ruido en ese concepto del silencio como atención, como escucha, que tanto utilizaron John Cage o Pauline Oliveros, como os decía antes.

Las propuestas que vamos haciendo con el coro, como son tan distintas y cada obra abre puertas tan diversas… Por ejemplo, hay una obra de Pauline, una de mis maestras que os nombraba antes, llamada ‘Wind Horse’ (Caballo de viento). Ella nos la mandó por e-mail al CoroDelantal para que hiciéramos el estreno en España.

‘Wind Horse’ es una partitura-mandala que se instala en el suelo y en la cual el centro es el punto de escucha. Desde tu silencio o tu escucha caminas a donde te apetezca para dar respuesta a aquello que percibes. Aquí hay una posición política: lo primero que haces es escuchar, y entonces ves qué puedes aportar desde ti. No hablar por hablar.

Hablar por hablar para ser escuchada no aporta nada al resto, ni siquiera a ti misma. Sólo es útil emitir después de escuchar, emitir algo de tu propia expresión que vaya a sumar algo a lo que hay. Cuando estuve unos años de profe de Improvisación en un conservatorio aquí en Madrid, partíamos de ahí siempre, de la escucha.

Bajo mi perspectiva, la forma de enseñar Improvisación en los conservatorios está equivocada porque tocar en estilos no es improvisar. Tocar al estilo de Mozart, de Chopin… no es improvisación. Improvisar es comunicar desde ti, como si hablaras, como una charla o una conversación. ¿Qué tienes tú que decir al mundo?, ¿y qué tienes que decirle aquí, ahora, en este contexto, en este entorno?

Cuando tienes tu instrumento en la mano, escuchas y ves qué puedes aportar. Como en cualquier conversación. A esto se le llama improvisación libre, pero a mí me parece la única improvisación real. Cómo te expresas tú como ser aquí. Ya no como músico sino como ser.

Hay un escritor que me gusta mucho, llamado Pablo d’Ors, que es sacerdote y además fue asesor cultural en el Vaticano. Uno de sus libros, ‘Biografía del silencio’, es una obra de arte. Cuando le hacen entrevistas, él no responde inmediatamente, sino que espera a escuchar la respuesta, para ver hacia dónde ir, y entonces la emite.

La expresión como canalización de lo que tú eres. No es que estés canalizando nada de Marte o de Venus, sino simplemente lo que tú eres. A todos los niveles. Con el coro trabajamos muchísimo eso, desde muchas obras. Nombrábais antes la obra de las consonantes, que es ‘Preludio invisible nº 4’, de Juan María Solare, un maestro que tuve en Bremen y en Colonia (Alemania), pues él vive entre las dos ciudades.

Solare nos compuso esta obra al coro y la hizo sólo con consonantes. No hay ni una sola vocal. El coro suena como una maquinita. ¿Por qué no?, ¿por qué un coro no puede sonar a una maquinita? Hay maneras infinitas de poner a un coro a sonar, de intervenir el silencio de una manera que aporte algo.

MS: ¿Es el presente como te lo imaginaste hace unos años?

SM: No sé qué me imaginaba… De pequeña quería ser astronauta, que no lo soy. Pero soy música, que es parecido. [Risas] Desde hace unos cuantos años me quiero dedicar a la música, y veo que con mucha lucha, sí, me dedico a la música, hago algo que me llena, que me encanta, además tengo una pareja que me apoya y tenemos un proyecto en común, que es Dúa de Pel, y es de música, es de creación.

Mi presente me gusta. No sé si es como lo imaginaba, pero creo que es un presente que me tiene bastante satisfecha.

MS: Y… ¿hacia adónde vamos?

SM: ¿Qué futuro me imagino ahora? Espero que todo se vaya desenvolviendo de forma natural, como tienen que ir las cosas. Que siga todo en su curso y que vaya por donde tiene que ir.

MS: No tienes por qué tener respuesta… Entonces, ¿consideras que tenemos una misión como mujeres artistas?, ¿que debemos seguir en esta línea que tú propones? Tú has elegido la música, lo multidisciplinar, combinando lo experimental con el trabajo colectivo… ¿En qué crees que podemos apoyarnos las artistas mujeres?

SM: Yo creo que lo importante es que nos apoyemos unas a otras. Una verdadera sororidad. Que nos animemos unas mujeres a otras a que seamos en toda la plenitud de nuestro ser. Que ocupemos todo nuestro espacio, que pongamos los límites necesarios a quien haya que ponérselos, y que estemos unidas, que nos apoyemos. Ésa es la única solución.

MS: Hemos hablado de mujeres, hemos hablado de artistas, pero me gustaría si me puedes definir con un sonido, un movimiento, una estatua, lo que se te ocurra, definir la palabra ‘incandescente’.

SM: (Hago un gesto con la mano.)

MS: Me gustaría que nos propusieras algún juego sonoro o corporal de los que haces con el coro para que entendamos cómo trabajas. Un juego de escucha, tal vez.

SM: ¿Con o sin mascarilla?, ¿nos sentamos en círculo?

MS: Como tú quieras, para que entendamos cómo trabajas con el coro.

SM: Venga, quitaos todas la mascarilla. Ayyy, ¡tenéis boca, y nariz!

MS: Claro, es que nosotras te vemos a ti, pero tú a nosotras no.

SM: (Emito sonidos y me responden. Suena esto:)

Impro Mairea y Sonia. Procesos de creación: Entrevista para ‘Mujeres Artistas Incandescentes’

MS: ¿Hay algo que te gustaría añadir a la entrevista? Aprovecha este momento para decir lo que te apetezca.

SM: Nada, la verdad es que he estado muy cómoda.

MS: Pues muchísimas gracias. Un placer contar contigo.

SM: ¡Gracias a vosotras!

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